He tenido que tomar la decisión de romper una relación de años cuando me iba a casar con la incertidumbre, miedo y sentimiento de culpa que eso conlleva.
He tenido que superar que me dejaran sin esperarlo, quedándome hecha polvo, sin entender qué había pasado y con mi autoestima por los suelos…
He tenido que romper una relación estando enamorada al darme cuenta de que esa relación no me llenaba, no me hacía feliz. Incluso me estaba afectando a nivel físico, ya que en aquella época me detectaron hipotiroidismo y un eccema en la cara que no sabían que lo provocaba…
Tras esa etapa, de la que logré salir, me di cuenta que muchas mujeres pasan por lo mismo en algún momento de su vida y que no había nada específico que pudiese ayudar a no pasar por eso solas, con el nivel de sufrimiento que eso conlleva. Vi que era difícil encontrar el apoyo, las herramientas y la fuerza para poder seguir adelante.
Hoy puedo decir que tengo la relación que quiero y, aunque no es perfecta (eso aún no lo he conseguido;), sí es una relación que me llena y en la que estoy feliz y trabajo cada día para seguir siéndolo.